SMARTPHONE GENERATION, SÍLVIA REYNER DESCAMPS (3ESO A)
In
the last five years smartphone users have increased considerably. The
majority of users are teenagers and young people, between 14 and 30
years old. That generation has become interested in modern mobile
phones. With these little and intelligent machines you can do
everything you want: surfing the internet anywhere in the world, talk
to your friends live, play all games you can imagine, take pictures,
hang them on Facebook or use Twitter.
All
these apps are incredibly useful, but also usually imply some
problems. A 3% of teens in the world can't be separated from their
smartphone all over the day, and that's a serious problem because a
teenager that was always reading a book, playing football with
friends or watching TV, now prefers to stay lying in bed using their
smartphone. This has involved a change in current society. Young
people have less ability to speak with others in real life because
they prefer to say the most difficult things on the mobile phone.
During
meals, in class, at the cinema or in bed at night, many young people
are using their smartphone. All day they feel dependent on the mobile
phone and they can't concentrate on many important tasks, for
example, when a student does his homework he often does it with his
phone beside him, which means he or she can't do his own thinking and
work alone.
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DIRTY MONEY, MIREIA JUANMIQUEL FELIU (3ESO A)
Author:
Sue Leather
Editorial:
Cambridge
Level:
starter/beginner
Book
summary:
Joe
and Sandy, move to Murray, Canada. When they stay at home, Joe hears
a noise, and he goes to the window to watch what was happening, and
he sees a big machine taking trees down, and behind it, there’s
another big machine. Near the machines , Joe sees a big white sign,
the sign says: Pan Global.
Joe
asks Sandy if she knows about it, but she doesn’t, and he decides
to go to look.
Joe
stands in front of one of the big machines, and the driver sees him
and stops.
The
driver asks him what he’s doing there, and Joe asks what’s all
that, and the driver says it’s a mine of diamonds.
Joe
goes back to his house and tells Sandy about the mine, ten minutes
later, Joe and Sandy’s neighbors are at the door, asking about the
noise, and Joe tells them about the mine.
All
the neighbors are very angry.
On
Monday Joe is at work at the Murray Echo, and he’s writing about
the mine. He looks on the Internet and he reads about Pan Global, and
there’s a picture of Karl Johnson, the boss. Joe phones Karl
Johnson and he asks some questions about the mine.
Joe
looks up and sees Cameron Grady, his boss, and Cameron says Joe has
to write about the tennis tournament, not about the mine.
Joe
thinks Grady knows something about the mine.
At
night Joe leaves his house and gets into his car and drives up the
road. Joe stops his car next to the sign of: PAN GLOBAL MINE, DANGER.
Joe sees some light behind him, it’s a white car, and is coming
towards Joe.
Next
day Joe wakes up in the hospital, next to Sandy, but as fast as
possible Joe is at work.
Finally
Joe discovers that Grady doesn’t want to talk about the mine
because the mine wasn’t a mine, it was a nuclear dump, and Grady,
Karl Johnson and Ken Reid were earning money with it.
Joe
calls the police to explain all he knows about the mine.
Then Joe, finds a new job on Murray Daily.
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HABLANDO DEL FARAÓN, LAURA BOYER (2ESO A)
Neferet
era una bella muchacha que trabajaba en los campos del Nilo,
recogiendo papiro y lino. Su padre, Pazair, quería casarla con el
príncipe y que fuera una de sus muchas esposas, pero ella no quería.
A ella le gustaba correr por los campos, bañarse en el Nilo,
cazar...pero una buena esposa se queda en casa y no corre ni se
ensucia.
Pazair
llegó un día a su casa y le dijo:
-Neferet,
querida mía, mañana vas a ir a palacio a conocer al faraón.
Prepara tus mejores ropas y límpiate, perfúmate y limpia tus joyas.
-¡Pero
padre, yo no me quiero casar! ¡Me gusta correr, y cazar! ¡No me
puedes hacer esto!
-Sí
puedo, y lo haré. Mañana estarás delante del rey y te comportarás
como una buena esposa debe comportarse.
Neferet
se fue de casa llorando amargamente, y Pazair, con aspecto triste y
desanimado, se sentó. Parecía más viejo que de costumbre, con las
arrugas manchándole la cara, sus ojos medio cerrados, sin brillo.
No era su intención obligar a Neferet, pero lo hacía por su bien.
Estaba seguro de que se lo agradecería, pero antes tenían que
pasar muchas cosas.
Neferet
regresó a casa y se fue a su habitación. Su padre, desesperado y
con el corazón roto por el dolor, llamaba a su hija esperando que
respondiera desde el otro lado de la vasta tela de lino que usaban
para separar la vivienda y formar así habitaciones con un poco de
privacidad.
Neferet
no respondía, así que entró y vio que había escapado. Faltaban
su carcaj, su ropa, la cantimplora y sus zapatos más resistentes.
Había un papiro en la cama de hierba. Decía: ”Estoy bien, no me
busques. Te quiero.” Empezó a llorar silenciosamente en la
habitación que solo unos momentos antes ocupaba su hija, embarcada
en una aventura sin objetivo ni fin definidos.
Neferet
viajaba con su caballo por el desierto, que conocía como la palma
de su mano. Los primeros días estaba atenta, mirando el paisaje,
pero era siempre el mismo y poco a poco se fue apagando cual
estrella al amanecer. Ahora viajaba moviéndose al unísono con su
caballo, esperando el mediodía para plantar la tienda y descansar
ya que si no morirían de sed con el calor. Para ella ya no valía
la pena vivir, pues había dejado a su padre, la única cosa
importante en su vida.
Aun
así, seguía caminando sin tregua, hasta que se encontró con un
pequeño pueblo.
Pazair
estaba desesperado. Ya hacía muchas semanas que su hija estaba
fuera, y no había tenido ninguna noticia de ella. No sabía qué
hacer, pero quería respetar el deseo de su hija. Mientras, seguía
trabajando en el campo, con desgana.
En
ese pueblecito, encontró a un pobre mendigo que le resultó muy
extraño...no vestía bien, estaba sucio...pero había algo que
fallaba. Al cabo de estar unos días con él, se dio cuenta de que,
aun sucio y con harapos, estaba muy bien cuidado y no sabía hacer
cosas que debería haber aprendido hacía tiempo si era un mendigo.
No sabía qué pensar, pero decidió que con sus problemas tenía
suficiente y que era mejor no inmiscuirse en la vida de los demás.
En
el pueblo se rumoreaba que el faraón había desaparecido, dejando a
Egipto desamparado. También se contaba que algunos afortunados lo
habían reconocido en un mendigo que iba por los pueblos con una
muchacha harapienta por compañía.
Neferet
se había hecho amiga del mendigo, y le contó cómo se había
escapado de su casa para no tener que casarse con el faraón. Cuando
le hubo contado su historia, el chico sonrió de una forma muy
extraña, ahogando unas risas. Le preguntó misteriosamente si creía
en el destino, y si estaba predestinada a encontrarse con el faraón,
pero luego sonrió y le dijo que él sí que lo creía.
Neferet
se fue a la cama muy extrañada esa noche, y una idea se le empezó
a formar en la cabeza...
En
palacio todos estaban desesperados. La desaparición del faraón
significaba una gran desgracia, y en unas semanas se iba a celebrar
la fiesta de la resurrección, donde el faraón debía enseñar al
pueblo el libro sagrado, que estaba dentro de la pirámide.
El
faraón Keops estaba feliz de haber conocido a la chica que debía
ser su siguiente esposa de esa forma tan extraña como divertida. Le
caía muy bien, y decidió que le diría que volviera a su casa y
allí iría él, devolviendo al país su líder.
A
la mañana siguiente, Neferet recibió el consejo de su amigo de
volver a su casa e ir a ver al faraón. Pensó que quizá era porque
le molestaba, ya que su opinión era que aquél era un hombre rico
al que habían echado de su casa.
-Ve
a tu casa, Neferet, no hagas sufrir más a tu padre y visita al
faraón, que te dará una buena vida. Tengo el presentimiento de que
si sigues mi consejo nos veremos pronto, ya que yo también tengo
que partir ahora.
Pazair
estaba cenando tranquilamente en su comedor, esperando que regresara
su hija y todo volviera a ser como antes, y entonces oyó la voz de
Neferet gritar su nombre en la oscuridad de la noche. Primero pensó
que se había vuelto loco y oía su voz como una dulce agonía,
pero salió y allí estaba, sana y sonriente. La abrazó y en ese
instante toda su tristeza, cansancio y hambre desaparecieron para
dejar paso a una gran alegría.
Neferet
le contó toda su historia y cómo le había echado de menos, y
también le dijo que se iba a preparar para ir a ver al faraón la
mañana siguiente, aunque no le dijo el porqué. Preparó sus
mejores prendas y sus joyas, abrió el estuche de maquillaje y,
pensando en el amor que había dejado atrás y su promesa de verse
pronto, se preparó.
A
la mañana siguiente, unos soldados guiaron a Pazair y a Neferet
hasta la sala del trono, donde una visión inesperada dejó a
Neferet sin habla. En el trono estaba su amigo, su amor, su
compañero de viaje y miseria, con la cara iluminada por una
sonrisa. La saludó y le dijo a su padre que estaba encantado de
tenerla como esposa y que no dejaría que le pasara nada, y que en
el palacio había grandes jardines para que pudiera recordar su
hogar. Neferet le sonrió y le cogió de la mano.
Unos
días después, la ciudad vivía un ambiente festivo, ya que el
faraón se iba a casar otra vez. Se decía que la esposa era la
chica que vivía con el mendigo en quien los iluminados habían
visto al faraón. El casamiento fue un gran éxito, y Neferet y
Keops fueron una gran pareja que vivió feliz, construyendo grandes
templos y monumentos a los dioses. Y fueron unos grandes faraones
para el país, pero eso es otra historia.
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EL VIEJO ESPEJO, Johnny Cuadrado (4ESO E)
Me desperté
sobresaltado. El despertador no había sonado, el día estaba oscuro, nublado.
Alcé la mirada para observar por la ventana y no había ni un alma. Me fui
directo a desayunar, pero antes comprobé si había alguien en la casa. Por
desgracia no... bueno, sí: mi perro, fiel compañero que nunca me abandona,
estaba un poco más raro de lo normal: miraba fijamente la puerta como si
hubiera algo extraño. La entrada estaba oscura como la boca de un lobo. Ese
maldito perro me ponía de los nervios. Lo dejé tranquilo y me fui a desayunar
unas tostadas con mermelada.
De repente el perro
comenzó a ladrar como un poseso. Asustado, me levanté de la mesa y me dirigí
hacia la entrada pegado a la pared. Me fui acercando poco a poco. De repente el perro dejó
de ladrar y se quedó paralizado mirando el viejo espejo, que pocos días antes
yo mismo había colocado en la oscura entrada. Me acerqué al espejo y por un
instante fijé mi vista en él: ¡se veía reflejada, detrás de mí una sombra!
Entonces me cogió, y pude distinguir un rostro espantoso debajo de un
transparente velo negro gritando palabras en latín. Me desmayé. Noté un fuerte
golpe en la cabeza. ¿Estaba muerto? ¿O solo era una terrible pesadilla?
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WUTHERING HEIGHTS
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WUTHERING HEIGHTS
The
novel was translated to Catalan as Cims
Borrascosos. It is the only novel written by Emily Brontë. When it first appeared,
it created controversy, but nowadays, it is considered a classic
The
novel is a typical romance story from the XIX century, which talks about a
passionate love that in the end makes them become horrible people, even with mental and physical cruelty.The story, narrated by
Mr. Lockwood, a host in Thrushcross Grange, and Ellen Dean, is about the
relationship between Catherine Earnshaw and Heathcliff, an orphan, and about
how their love destroys the families Linton and Eranshaw.
The
two lover’s story starts as a childhood friendship, but because of or thanks to
(it depends on how you see the relationship between Cathy and Heathcliff),
Hindley’s hate (Cathy’s brother) toward Heathcliff, it becomes in a passionate
love.
The
story becomes more interesting when Cathy, trying to fight against her desire,
marries Edgar Linton. As a revenge Heathcliff uses Isabella (Edgar’s sister),
their son, Linton, and Cathy and Edgar’s daughter to destroy both families.
But
what Heathcliff doesn’t know is the children aren’t like them. Finally, when
Cathy, Heathcliff, Edgar, Isabella and Linton (who, before dying marries
Cathy’s daughter) die, Harenton (Hindley’s son) and Cathy’s daughter make the
two families legacy last.
Personally, we think that it is a very nice story, very emotional, full of true feelings. But we also think that the relationship between Cathy and Heathcliff is more sick than beautiful. However, we understand that it is a XIX century novel, and
such dramatic story would be the starting of a new type of drama.
Even though Cathy is a selfish person and Heathcliff only wants the other people to feel as badly as him, their love redeems all their bad decisions.
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YESTERDAY, Laia Martín and Carmen Pérez (3ESO A)
The Beatles were an English rock-band born in
Liverpool, England in 1960. The members of the Beatles were Sir John Lennon,
Sir George Harrison, Sir Paul McCartney and Sir Ringo Star.
Before they were the
Beatles, John formed a skiffle group with a few friends called the Blackjacks.
Later on they changed their name to the Quarrymen because they were from the
Quarry Bank School. Paul joined them as the rhythm guitarist shortly
afterwards. Later Paul invited his friend George to watch the band play. He
asked Lennon for an audition. At first Lennon was impressed but he was too
young. Finally he joined as the lead guitarist. The other band members quit and
they were the only ones to continue.
Their unofficial
manager, Allan Williams, organised a concert in Hamburg for them, but they
didn’t have a drummer so they auditioned and hired Pete Best.
They stayed there for
two years and it was in Hamburg where the band first triumphed.
When they returned to
England, they met Brian Epstein, who had a music shop, and finally he became
their manager. Epstein tried to sign the band to Decca Records but they
rejected them. A month later George Martin, also known as the “Fifth Beatle”,
signed them to EMI’s Parlophone label. Their first recording session took place
on June 6th 1962 at Abbey Road Studios. The Beatles complained about
Best’s drumming, so in mid-August they replaced him with Ringo Starr, who left
Rory Storm and the Hurricanes to join them.
They made their first
number one hit in early 1963, Please,
Please Me, and after that their fame soared sky high, that period was also
known as Beatlemania.
In 1969 John Lennon
said that the band was “more popular then Jesus now”. This caused many
Americans to burn recordings and widespread threats against the group. That
year the Beatles retired from touring to concentrate on their studio work which
resulted in a period of hugely successful and influential as the Beatles
experimented with different influences and instruments.
With the death of their manager, Brian Epstein,
in 1967 came the beginning of the end for the band. They began to grow apart.
Their break up became official in 1970. Though the band fell apart their
influence and their music didn’t. They
each released a solo album. And their music was still commercialized.
Currently there are
only 2 Beatles alive, Paul McCartney and Ringo Starr. John Lennon was murdered
December 8th 1980 and George Harrison died of cancer November 29th
2001 (to know more about George Harrison we recommend watching the documentary:
George Harrison, Living in a Material World. And to know more about John Lennon
we recommend watching the movie Nowhere Boy)
We think that the Beatles are excellent. Their
music has inspired and still inspires many artists due to their geniality. Some of our favourite albums are The
White Album I and II, Help, Yellow Submarine, Abbey Road
and Revolver.
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AMB EL TREN A LA MEMÒRIA
Em dic Isabel i vaig néixer l’any 1997. El meu pare, Jordi, el 1957. El meu avi Joan, el
1929. El besavi Josep, el 1890 i el rebesavi Jaume, el 1856.
Fa un any va morir l’avi Joan, la persona amb més memòria i amb més imaginació que
he conegut mai. Cada vegada que l’anava a veure m’explicava una història diferent;
eren històries reals però plenes d’elements fantàstics. Una de les que més m’agradava
era la que explicava sobre els trens, perquè es notava que ho sentia, que revivia les
històries del seu avi, del seu pare i d’ell mateix. Tots tres, el meu avi, el meu besavi i el
meu rebesavi, van viure fascinats pel ferrocarril. I és que el rebesavi Jaume va veure
arribar el tren a Girona...
El rebesavi Jaume només tenia 6 anys. Només de veure aquella màquina i aquells
mecanismes màgics, que giraven i treien un fum negre, espès i penetrant, mai més no
es va poder treure els trens del cap. Des d’aquell dia va estudiar tot el que li van dir a
l’escola i va aprendre per ell, amb llibres que li compraven a casa seva, tot el que es
podia saber sobre els meravellosos trens.
La il·lusió del pare es va encomanar al fill, el besavi Josep. Que a més d’interessar-
se per tot el que envoltava els trens, les vies i les estacions, va estudiar per ferroviari.
S’havia d’estudiar a Madrid, que era lluny i era perillós, però tant li feia: ningú no li va
poder aturar la voluntat. Quan va tornar, l’havien fet cap d’estació de Figueres i al cap
de poc, de Girona. Es coneixia la via de Girona a Figueres com si fos el passadís de casa
seva... Aquesta era la frase que sempre em deia l’avi Joan.
L’avi Joan va tenir un accident. Un dia de gener de 1939, quan tenia 10 anys, corria
cap al refugi del Jardí de la Infància, amb altres nens, perquè estava sonant l’alarma de
bombardejos. De cop, amb el vent que feia, li van caure de la butxaca els cromos que
li havia costat tant d’aconseguir de trens i estacions. Va tornar enrere, els va recollir
tots, i va córrer amb totes les seves forces cap al refugi. Li quedaven només 10 metres
quan va sentir el zumzeig i l’esclat d’una bomba plena de metralla que va caure a 15
metres d’on corria. L’ona expansiva el va tombar a terra i de seguida no es va sentir les
cames... Desgraciadament, a causa de la Guerra Civil, va quedar invàlid. Va dedicar-se
a l’ensenyament, una altra de les seves il·lusions.
Sempre m’explicava amb els ulls posats en un punt fix de l’horitzó que per 5 segons
no havia pogut complir el seu somni –que era el mateix del seu pare i del seu avi!-
treballar al ferrocarril...
Aquella il·lusió, que es va estroncar físicament amb el pare, que s’ha dedicat a la
literatura, però que sempre ha volgut ser –encara ara- maquinista de tren, continua
ben viva, i així m’ha arribat a mi, al cap de 150 anys d’història.
Text: Isabel Vilamitjana
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EL MARPor: David Palma
En la remota antigüedad, Encélado era un diminuto mundo de hielo: llanuras de escarcha, montañas de roca géli-da y fríos lagos, pequeños, profundos y rodeados de agudos muros de carámbanos.
Allí, sobre esas tierras inhóspitas, moraban nuestros ancestrales hermanos, aglomerados en pueblos y ciudades más fulgurantes que la nieve de las cumbres. De entre ellos surgió un cruel guerrero vestido con una armadura que escupía llamas y que empuñaba un bardiche que evocaba fuegos solares.
Sin recordar su origen ni cómo logró ese poder, acató su impulso destructivo: los palacios eran calcinados, los castillos derribados por potentes llamaradas huracanadas; las casas transformadas en cenizas y los defensores tallados por la ardiente hoja del bardiche infernal como si fueran muñecos de nieve blanda.
Esa sed de verlo todo arder era lo único que movía a ese guerrero de fuego, que si bien antes tuvo aspecto de hombre, ahora lo tenía de espectro ígneo, lo cual le valió el apodo de El Llameante.
Pero aunque su gente y su civilización fueran incendiadas al son de su voluntad ardiente, la nieve y el hielo tambi-én sufrían, y se transformaban en agua. Faltando solo una de las más magníficas ciudades por sucumbir, el guer-rero imparable siguió su andadura por una tierra que nunca había visto más que la helada oscuridad. Y al mismo tiempo, mientras El Llameante descendía al valle donde se ubicaba la última ciudad, grandes olas de agua invadie-ron dicho valle, cortando la ruta del fuego. Los pequeños lagos que antaño ocupaban los puntos más hondos del planeta crecieron con rapidez gracias al hielo derretido por el propio guerrero de fuego. Se acercó a la barrera de agua, cubierta de agujas de hielo, y evocó toda la ira del corazón del Sol sobre esta. No obstante, apenas logró resultados, y lo poco que se evaporó rápidamente precipitó a las frías aguas de nuevo.
Sin embargo, aunque la ciudad parecía haberse salvado de la rabia del guerrero de fuego, el alivio fue poco: El Llameante observó cómo el agua subía sin parar, anegando los llanos, los bosques y toda tierra y criatura que hallara en su camino. Pero había algo más: durante eones, en aquellos lagos profundos y oscuros habitaron cria-turas de agua, seres que habían visto expandido su dominio y que iban a dominar mar y orilla: eran las devorado-ras, monstruosos engendros antediluvianos mucho más malignos y numerosos que El Llameante. Al verlas, este retrocedió rápidamente, presa de la desesperación.
Y mientras subía hacia las cimas, ya sin nieve o hielo, las pérfidas aguas, infestadas de esas monstruosidades de formas varias pero todas de tamaños colosales, seguían ascendiendo sin parar. La ciudad fue lentamente sepulta-da bajo ese mar de aguas frías, de agujas de hielo y de malvadas devoradoras, y durante esos minutos solo hubo berridos de terror que hicieron tronar las montañas y los cielos.
Al fin se hizo la paz. Solo quedaba El Llameante, en lo alto de una cumbre, impotente, que sentía los terribles chillidos de las devoradoras, quienes ansiaban devorar esa antorcha luminosa para que al fin reinara la oscuridad del mar.
Se abalanzó sobre el guerrero el agua con sus monstruosidades, pero nada pudo reducirlo: sus llamas se apaga-ron, pero su armadura y su bardiche permanecían incandescentes, de modo que los monstruos no pudieron ata-carle.
Y allí quedó él, apresado por las devoradoras, guardianas y acechadoras de la antorcha del mar sombrío. Con los siglos, Encélado se congeló de nuevo, pero bajo la gruesa capa de hielo permanece aún aquel vasto mar, así como las devoradoras y El Llameante.
El planeta Saturno, a día de hoy, reluce un anillo externo de hielo que proviene del satélite helado Encélado, en cuyo hemisferio sur hay una columna de cristales de hielo que son empujados al vacío por una rara fuerza volcá-nica latente en el mar interior.
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DIARY ENTRY
Per: Harry Sagel
February 29th 2012:
February is the shortest month, but the bitter cold makes it feel like it’s the longest. On top of that, this year we’ve got one extra day. It feels out of place, one of those dull and miserable days where the blankets seem to stick to your skin and your eyes can’t quite open completely. The only consolation is that the days are starting to get longer and finally the sun is burning through the cold to bring out the natural bright colors and finish with the previous dull and monotone gray.
Routine continues as usual, school is on the lists for the day. The route takes 15 minutes at a morning style pace. This morning, however, the pace is faster after having left home with time pressing more than usual. The air is thin and each breath you take shows up as a stream of vapor. My hands are in my pockets trying to keep the warmth in them unsuccessfully. My first pale pink hands become vivid red by the time I walk up the school’s slope and in to the building. The temperature contrast hits you in the face as you walk in and by the time you’ve made it up the three flights of stairs to the overheated class you’ve worked up a bit of a sweat. Surprisingly the class is still not even half-full. The bell went off a mere two minutes before and the teacher is already in class handing out vicious glances to the stream of people who start walking in. By the time I’m sitting in my wooden chair trying to find a nearly impossible comfortable position, the sleepiness has faded away and is substituted with a vague attention for the teacher.
The hours go by and the classes change, but nothing out of the ordinary takes place today. Once the bell rings to signal the half hour brake that splits the day in half, a sudden sense of relief arises as you wake up from staring at the blackboard. After the break is over and you’re sitting in class once again, the monotony continues for the following three hours, during which, every quarter of an hour approximately, there’s a sudden streak of attention which fades away quickly.
The day ends with the loud ringing of the bell and suddenly triggers the change in attitude in the younger students. They’re free for the rest of the day; they can focus on their extracurricular activities without school work weighing them down. For our class, however, the end of school only means a possibly more productive afternoon of work where each one of us is free to use their own study method for the imminent final exams.
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EL MÓN PERDUT
Per: Georgina Colomer (1ESOC)
Sant Jordi i el drac, obra de Mercè Riba (Plaça Catalunya, Figueres) |
Un dia d’estiu van baixar a comprar un gelat a la gelateria que hi havia a la plaça. Era un dia estrany: a la plaça no hi havia ningú. En Sergi li va dir a la Ruth:
-Te’n recordes que bé ens ho passàvem jugant amb el drac?
-Sí –li va contestar la Ruth-... Ho hauríem de tornar a intentar!
-N’estàs segura? –li va dir ell.
-I tant! –i d’un bot va pujar a la columna i es va enfilar més i més...
-Ruth, et tornaràs a trencar el braç!
-Que no! Si ja hi sóc! –i dit això va tocar-li la llengua al drac.
El terra es va començar a moure. Les cases de un cantó es van separar... i va sortir una altra casa!
-Ruth! Què has fet! –li va cridar en Sergi. La Ruth va baixar d’un bot i no li va fer cas al seu germà. Va córrer en direcció a les cases que s’havien mogut i va cridar:
-Sergi, la nova casa és el número 9! Entrem-hi! –i hi van entrar. El que es van trobar a dintre era una cosa espectacular... En comptes d’haver-hi una saleta, amb una llar de foc, com les cases normals... Hi havia un bosc! Un bosc amb arbres altíssims, de tots els colors que un es pugui imaginar. D’aquells arbres en sortien fruits de colors que la Ruth i en Sergi no havien vist mai. Eren barreges entre kiwis i plàtans. N’hi havia un al terra i el van tastar. Era deliciós. En Sergi va dir, mirant el rellotge:
-Ruth, és molt tard, hem de tornar a casa...
-D’acord, però emportem-nos aquesta fruita. –i en van agafar i van sortir, tristos d’abandonar aquell món tan estrany i alhora meravellós.
En arribar al portal de casa seva, la Ruth va mirar enrere... El número 9 havia tornat a desaparèixer. Però es va quedar mirant el drac. Per un moment li va semblar que el drac li picava l’ullet.
Aquells fruits atipaven molt, així que els van durar mesos. Quan se’ls van acabar, com que eren tan bons... Van tornar a tocar-li la llengua al drac. I així van fer tota la vida, fins que es van morir. D’aquella manera, els dos germans se’n van anar de la plaça. Però el drac no, el drac es va quedar allà, esperant que un altre nen decidís tocar-li la llengua.
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NAUFRAGI DEL VAIXELL COSTA CRUCEROS (opinió personal)
Per: Carla Ríos Astorch
Crec que per part del comandant va ser un greu error no seguir el reglament sabent que arriscava la vida de milers de persones. Però el que em sembla més greu és que, segons diuen, va ser el primer a abandonar el vaixell amb la seva tripulació i no va fer cap mena d’advertiment.
Tot i que si d’alguna manera ens posem al seu lloc, a tots ens pot passar una cosa així. Cal jutjar-lo de manera justa però també donar-li ajuda psicològica, perquè sentir-se culpable que tanta gent hagi mort, resti desapareguda, ferida o afectada, ha de ser molt dur.
En certa manera ell només volia donar una sorpresa al cap dels cambrers i a un excomandant, tot hagués pogut sortir bé i ell hauria fet una cosa bona per fer content algú. Però les coses van sortir malament, i segurament no estava preparat per assumir el control d’una situació tan terrible.
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Mirat des d’un altre punt, és evident que mai no s’hauria d’haver saltat el reglament i és molt cert, també, que hauria d’haver estat preparat per portar el control de situacions així.
La tripulació va ser capaç d'evacuar 4.000 passatgers en 2 hores i això és impressionant, encara que hem de tenir en compte que estaven preparats per fer-ho; per dir-ho d’alguna manera, és la seva feina. Encara que pugui semblar cruel, crec que és així.
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XERRADA SOBRE L'ART I L'ARQUITECTURA A ESCÒCIA
El professor escocès Alex McCartney va fer una xerrada a 2n de Batxillerat A sobre l'art i l'arquitectura a Escòcia, especialment a Glasgow. Aquí publiquem un article de l'alumne Harry Sagel sobre aquesta conferència.
Alex’s talk on Scotland and Glasgow
By: Harry Sagel
We were going to listen to a native Scotsman, Alex, talking about his country’s traditions and culture. Instead, however, we quickly realized we were going to hear about his home city: Glasgow. His serious and confident stance captured the class’ attention which lasted during the hour long presentation.
We were going to listen to a native Scotsman, Alex, talking about his country’s traditions and culture. Instead, however, we quickly realized we were going to hear about his home city: Glasgow. His serious and confident stance captured the class’ attention which lasted during the hour long presentation.
After a short introduction on Scotland, where the emphasis was made on how different it is to England, we were introduced to the typical Scottish whisky and ancient clans with their distinctive kilts. Many more inventions were made by Scotsmen over centuries; they weren’t just warriors and drunks. They claim the mathematic logarithm, the light bulb, penicillin, the telephone and even curling -that well known sport- were local inventions.
The speech took an abrupt turn and we moved on to hear about architecture in Scotland and the proclaimed famous architect Robert Adam. Glasgow’s architecture is characteristic because of the great amount of statues that are scattered around the city. The oldest one dates from 1641 and since then the city’s history is narrated through these figures.
Old seems to be Glasgow’s theme, the first building was risen more than five hundred years before, in the early 12th century and, the first house, designed by the architect Alexander Thomson who was strongly influenced by the classical Greek movement. The most influencing architect however didn’t start modifying Glasgow’s appearance with his modernist and art nouveau style until the final decade of the 19th century. The houses he built are considered a symbol for the city and have given it character throughout the years, now used for various scholastic institutions such as the School of Art.
To conclude, before offering to answer any questions the class had, he received a round of applause which, as considered by most, was not the typical clap because the boring and unentertaining talk is over, but because it was well deserved.
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HISTORIA REAL DE UN PROFESOR. AVENTURA DE EUROPA A MONGOLIA
Por: David Palma
Debo insistir en ello: es un relato verdadero que le sucedió hace pocos años a un profesor que seguramente todos hemos visto alguna vez en las aulas o en los pasillos de nuestro instituto.
Todo comenzó con el Mongol Rally, una larga aventura que se celebra anualmente, en verano. No es una competición, sino una aventura de miles de kilómetros en pos de donar recursos a la gente desamparada de Mongolia, sobre todo a los orfanatos. Todos van en coches con unos requisitos determinados o bien en vehículos de servicio como ambulancias. La mayoría de los asistentes eran ingleses, puesto que la ONG encargada de recaudar esos fondos es inglesa (es la CNCF , Cristina Noble Children’s Foundation).
Pero los preparativos fueron exhaustivos: numerosos visados para atravesar fronteras de países reacios a extranjeros, acumular dinero en cantidades de la colaboración de cada uno de los compañeros y de anuncios publicitarios, cursos intensivos de mecánica (no hay muchos talleres en las gélidas estepas de Rusia o en los áridos desiertos de Oriente Medio), retomar el contacto con amigos de los lejanos países, incluso la mayoría reforzaron sus vehículos con gruesas planchas de metal para conducir por las maltrechas carreteras que encontrarían. Naturalmente, la ruta había que planearla bien y nuestro viajante lo hizo varios meses antes.
Dio comienzo la aventura: partió, junto con sus compañeros, de Girona, en su coche de segunda mano preparado para toda odisea y armado de reservas, ruedas y planificaciones meticulosas. Atravesaron el sudeste francés, Suiza, Austria y alcanzaron Praga, capital de la República Checa y punto de encuentro de todos los participantes, entre nervios de agonía y emoción desbordante. Pero llegaron un día tarde, además de tener una pequeña avería de la quinta marcha, y por eso la mayoría ya habían partido, siguiendo la ruta hacia Mongolia.
Afortunadamente, nuestro viajante se encontró con otros dos equipos catalanes que le acompañarían a lo largo de su inmensa senda de un total de 15.000km y poco más de un mes.
Allí empezó ese épico viaje: Hungría, país tremendamente rural y casi partido por el gran lago Balaton, cuyas colosales dimensiones lo hacen visible en un mapamundi. Las carreteras son deficientes (allí reventó la primera rueda); las casas, decrépitas; y los habitantes, desconfiados. Cruzaron la frontera a Serbia, primer país fuera de la Unión Europea. A partir de allí cada frontera estaría fuertemente vigilada y los centinelas no serían permisivos a la hora de dejar pasar extranjeros sin un visado.
Serbia era no solo un país donde abundaban los más alcohólicos, también era el colmo de la ruralidad: las cicatrices de la guerra no habían sido borradas, siquiera las heridas habían sido curadas y las comunicaciones eran infrahumanas: carreteras infernales y oscuros túneles kilométricos sin un ápice de luz. Y todos hablaban ruso, nadie inglés.
No se entretuvieron en Serbia, sino que marcharon de allí lo antes posible. Se encontraron con un equipo alemán del Mongol Rally que les ofreció ayuda y cobijo en Kosovo, al sur de Serbia, donde tenían unos amigos. No obstante, nuestros protagonistas declinaron la oferta, pues iban con retraso desde el principio, y a este se sumaba el cambio de los husos horarios (en total atravesarían seis) y de las vicisitudes que sufrirían.
Irónicamente, acabaron mejor que el equipo alemán: hace pocos años que Kosovo es independiente y hay conflictos armados de importancia en la frontera entre este y Serbia. Los alemanes fueron parados en la frontera y retenidos varios días en calidad de sospechosos. A pesar de todo, fueron repatriados, sin sufrir daños, y su aventura acabó allí; de hecho solo un tercio de los participantes del Mongol Rally alcanzan su destino: la mayoría caen presas de problemas mecánicos o de guardias fronterizos desconfiados.
El viajante abandonó Serbia con su equipo y entró en Bulgaria. Allí la ruralidad seguía siendo inmensa, pero menor que en el anterior país. De hecho, allí predominaba la miseria: innumerables chabolas y montes de chatarra rodeaban los barrios de casas de ladrillo, y todas ellas eran habitadas por violentas etnias gitanas. Pasaron muy rápido por aquellas ciudades y prosiguieron el viaje ya con una tensión elevada.
Aunque cruzaron la frontera en mitad de la noche, el regreso a la civilización se hizo palpable en Turquía: estaban atrasados medio siglo, pero todo era más moderno, la religión mayoritaria era la musulmana, más moderada al oeste y más radical al este. Pasaron por el estrecho del Bósforo y la capital de Turquía, Estambul, y continuaron su marcha a buen ritmo hasta un acogedor pueblo en un verde valle fluvial donde encontraron los primeros turistas. A partir de allí, todo empeoró, sobre todo las carreteras y, segundamente, la presencia militar. Ya dejaron atrás los bosques nebulosos de la Europa del este y las secas arboledas mediterráneas de la Turquía occidental: les esperaban largos territorios calurosos con pocos árboles.
Como macabra señal de advertencia, encontraron en mitad de la carretera, saliendo de Turquía hacia Irán, una cartera. La inspeccionaron: pertenecía a un hombre catalán que por alguna fatalidad la había perdido. Un terrible escalofrío debió sacudirles la cabeza, pero aún así siguieron y descubrieron al propietario, ileso, que pudo reencontrarse con su cartera y agradecer su enorme suerte a los hados.
Alcanzaron Irán en pleno ramadán, país donde nuestro viajante tenía un contacto que le advirtió de falsos peajes que pudieron superar gracias a él. Es un país rico, habitado por moderados musulmanes chiítas, fanáticos sunitas que controlaban el país, minorías nómadas y otras de religiones minoritarias pero toleradas. Se considera a la mujer como un bien preciado que debe protegerse, y por ello va tapada, pero en su vida privada dispone de todo lujo y riqueza posibles. Y los accidentes de tráfico son innumerables.
Bajo el estrellado manto de las noches árabes, los aventureros alcanzaron el oeste de Irán, y de allí pasaron a Turkmenistán, país envuelto en el misterio, con grandes restricciones de comunicación con el exterior. Situado al noroeste de Irán, posee la cuarta reserva de gas más grande del mundo, y por ello es extremadamente rico. Además, a partir de aquí los rasgos asiáticos se generalizan. Otro contacto les facilitó conocer la política del país, basada en sumir a sus moradores en una realidad ilusoria de buena calidad de vida para evitar descalabros populares.
La capital, Ashabad, al sur del país, parece obra de ricos colosos: los edificios son de mármol blanco, y hay una gran estatua áurea giratoria encarada siempre al Sol. Mientras tanto, uno de los tres grupos se adelantó y llegó a la frontera con Uzbekistán, donde fue detenido y repatriado por llevar medicamento derivado del opio. Estos dieron un aviso a sus compañeros. Los otros dos grupos se adentraron en el desierto de Karakum, al norte, cuyo nombre significa “arena negra”. Pasaron la noche cerca de un lago de lava perpetuo y los gases, los escorpiones y la arena que bloqueaba las ruedas fueron una constante.
Atenazados entre todos esos problemas, salieron adelante y atravesaron el desierto de arena negra hasta alcanzar Uzbekistán, ante la frontera del cual tiraron los medicamentos indicados. Visitaron el mar de Aral para refrescarse de tanto calor, pero descubrieron una llanura descendiente y, al principio de esta, pequeñas barcas y grandes pesqueros abandonados y oxidados en medio de la arena; el intento de crear plantaciones de algodón hizo desviar los ríos, y el mar ha perdió más de 300km de costa.
Prosiguieron a Kazajstán, más moderno, democrático, pacífico y asiático, con altas tasas de alcoholismo y en cuyas áridas estepas acamparon la noche de las Lágrimas de San Lorenzo. Pero pasaron rápido, porque en ese terreno Rusia había hecho pruebas nucleares hace pocas décadas.
Llegaron a Rusia. A pesar de un contratiempo, lograron pasar la frontera sin marchar a la embajada de Moscú (miles de kilómetros al oeste). Pasaron la noche en un lugar idílico y puro con ríos y árboles exuberantes.
A la tarde siguiente aceleraron la marcha con la celeridad del rayo, acompañados de un equipo inglés, pues la frontera de Mongolia cerraría pronto sus puertas. Pero llegaron justo a tiempo, aunque se quedaron retenidos algunas horas en la frontera por un pequeño problema.
Mongolia, al fin. No había carreteras, sino un haz de roderas que marcaban una dirección. Acamparon en un desierto pedregoso y sufrieron un terrible diluvio por la noche pero cuando amaneció todo estaba seco, como si esas aguas pluviales se hubieran disipado ante la blancura del alba.
Encontraron algunas familias esteparias que sobrevivían gracias a su gran rebaño e incluso tótems chamánicos. Allí colgaron un retazo de tela azul como agradecimiento a los hados por su buenaventura. Por fin llegó el viajante a Ulán Bator, hizo su donativo a un orfanato y regresó a su hogar.
David Palma (2n Batxillerat)